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Actualizado el Viernes 24 de Junio de 2016


Un Gran Hombre Para Descubrir


La Asociación Cultural Sanmartiniana Mi Tebaida, de la Ciudad de Gral. San Martín ha producido 7 notas sobre Martín Miguel de Güemes, uno de las más personas que más trabajó por nuestra independencia.

EL JEFE DE LA GUERRA GAUCHA (1)

Martín Miguel Juan de la Mata de Güemes Montero Goyechea y la Corte nació el 8 de febrero de 1785 en la ciudad de Salta, y falleció el 17 de junio de 1821 en la cañada de la Horqueta, en las afueras de esa ciudad.

Destacado prócer de la independencia argentina, durante 6 años fue gobernador de su provincia, y con pocos recursos dirigió en la zona las acciones guerrilleras contra el ejército realista, logrando contener su avance hacia el sur.

Su padre fue Gabriel de Güemes Montero, nativo de Santander (España), tesorero de la corona española, y su madre fue María Magdalena de Goyechea y la Corte, nativa de Jujuy.

Martín hizo su escuela primaria en Salta, y a sus educadores se sumaron maestros particulares de filosofía y ciencia, alternando las enseñanzas con el aprendizaje de las labores campesinas en la finca donde vivía con su familia.

A los 14 años se enroló en el Regimiento Fijo de Infantería, cuyo cuartel central estaba en Buenos Aires, si bien desde 1781 tenía también un batallón en Salta a causa de los sucesos de la rebelión de Túpac Amaru.

En 1805 fue enviado a Buenos Aires con su regimiento porque el virrey Sobremonte temía un ataque inglés (que ocurriría al otro año, la primera de las invasiones inglesas).

En 1806, siendo capitán participó en la reconquista de Buenos Aires, y en 1807 en la defensa de esa ciudad, cuando protagonizó una hazaña al ver que un barco inglés había encallado por una bajante repentina del río, pues se puso al frente de una carga de caballería y lo abordó, siendo esa nave capturada.

En 1808 tuvo una dolencia en la garganta, de la que le quedó una pronunciación gangosa, por la que algunos se reían de él. Parece haberse dado por complicaciones de su hemofilia (dificultad para la cicatrización de heridas externas e internas), dolencia por ese tiempo poco conocida. Después se dispuso su traslado a Salta.

Ocurrida la revolución de 1810, la Junta envió una expedición auxiliadora al Perú y, siendo integrante del Ejército del Norte, Güemes fue puesto a cargo de un escuadrón de gauchos en la quebrada de Humahuaca (Jujuy) y los valles de Tarija y Lípez, para cortar las comunicaciones entre los contrarrevolucionarios y los realistas altoperuanos.

En la batalla de Suipacha (7 de noviembre de 1810, único triunfo patriota de esa expedición), su participación fue decisiva, pero se quedó en la zona de la quebrada hasta después de la derrota del ejército enviado por Buenos Aires (el desastre de Huaqui, 19 de junio de 1811) y auxilió a los que venían retrocediendo.

Es allí cuando comenzó su guerra de recursos, con la que logró retrasar el avance de las partidas realistas antes del arribo del grueso de ese ejército al mando del general Pío Tristán.

De este modo, el general Juan Martín de Pueyrredón tuvo tiempo para atravesar la selva de Orán y salvar los caudales de la Ceca de Potosí, ciudad que ahora estaba en poder realista.

Siguiendo órdenes de Eustoquio Díaz Vélez, el 18 de enero de 1812 Güemes recuperó para los patriotas la ciudad de Tarija, que cayera en poder de las fuerzas enviadas por José Fernando de Abascal, virrey del Perú.

Imagen: Escudo de la familia Güemes.

 


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