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Actualizado el Jueves 15 de Junio de 2017


Secretos de Vida: “La Vida es un Teatro” 14to. Capítulo


Encuentros, verdades, esperanzas, ansiedades.

Hoy es un día especial. El debut de Charly (el payaso) en un eximio teatro, cerca de su familia, donde va a encontrarse con sus hijos.

Salimos con Samuel a horas tempranas a nuestra “previa luna de miel”.

William nos estaba esperando. Nos abrazó con lágrimas de felicidad.

Nos hospedamos en su casa amplia, luminosa, con un estilo rústico que invita a sentirse confortable.

Conversamos largo tiempo… de sus decisiones al terminar la función, de nuestra próxima boda y muchos temas más. Las horas corrían con rapidez y William debía estar temprano en el teatro.

Estaba muy nerviosa, no por su actuación que es un tema sencillo para él, sino por ese después que albergaba tantos misterios.

Al llegar al teatro nos ubicaron en primera fila. Era un teatro moderno, amplio y famoso con más de mil butacas. El público no cesaba de llegar ocupando las butacas del mismo. Comentarios, expectativas, ilusiones de conocer al famoso y renombrado payaso Charly. Sólo quedaron a mi lado dos butacas vacías… El temor comenzó en mi mente pensando si seguirían vacías y que sucedería al terminar la función. Estaba ansiosa y muy nerviosa.

Se apagaron las luces y dos personas cruzaron por el frente, sentándose en esos lugares desocupados. Eran jóvenes apuestos, elegantes, con una prestancia relevante que reflexioné, eran “los hijos”.

Cuando comenzó la actuación del payaso Charly, los observé cautelosamente a ellos. Disimulaban lágrimas que corrían por sus mejillas, una mezcla de emociones irreproducibles: alegría, tristeza, sorpresa, ceño fruncido, nervios, que demostraban mirar sin ver y oír sin escuchar.

Todos de pie aplaudieron al payaso con euforia, sin querer que se retirara del escenario. Su debut fue excepcional.

Miré a mi derecha, sus hijos también de pie, con lágrimas que no habían cesado en ningún momento, sin aplaudir, sólo mirando a ese payaso que tanto hizo reír, pero su ser interno clamaba dolor, impotencia, temor por el después…

En el hall central del teatro había bebidas para alargar la velada. La aparición de William (que dejó a Charly en el escenario) fue causa de vigorosos aplausos, comentarios, risas y alabanzas. El público estaba entusiasmado al conocerlo de cerca. Sus hijos apartados en un costado, como esperando algo.

La gente comenzó a retirarse, quedando ellos tres y nosotros. Había llegado el momento… William caminó hacia ellos, los miró de frente y con un sollozo incontrolable expresó:

_ Soy William, el padre que se equivocó en la vida y sufrió durante tantos años al no ver a sus hijos.

Con Samuel decidimos retirarnos. Era una batalla silenciosa que necesitaba privacidad.

Llegó William. La emoción, ternura, sus lágrimas se mezclaban con las realidades vividas en el hoy.

_ Felicitaciones William! Tu debut fue auspiciosamente elogiado. Eres un actor multi faceta extraordinario.

_ Comparto la opinión de Samuel, pero ansío tu propio relato. Pienso en la presencia de tus hijos…denotaban el interés de conocerte, verte y estar cerca de ti. Advertí dos pautas: la primera es que durante toda la función vi lágrimas en sus ojos y la segunda es que no se marcharon, se aislaron en silencio, esperando algo…

_ ¡Elizabeth! ¡Cuántas emociones juntas! Por momentos creí desmayarme… Me acerqué a ellos, los miré de frente diciéndoles: “Soy William, vuestro padre, que por llegar a la cumbre destrozó la raíz…”

Me miraron en silencio que fue interrumpido por sollozos de los tres. Los abracé con fuerza, mi cuerpo temblaba, mi corazón latía fuertemente, mi garganta ahogada estaba impedida de modular palabras. Me tranquilicé un poco. Mi hijo mayor, me dijo tristemente:

_ Merecemos una larga charla íntima los tres.

_ Compre una amplia casa cerca de ustedes para verlos, aunque sea de lejos.

Les entregué la tarjeta con la dirección diciéndoles:

_ Los espero siempre. Hay historias, secretos, silencios, situaciones enigmáticas de familia que deben ser explicadas para poderlas comprender. Sé que esto es un largo proceso que estoy dispuesto a transitar.

Se marcharon en silencio… vi en sus ojos una mutua aceptación que me brinda la esperanza de conocerlos, esperarlos, acompañándonos por momentos. Lo único que me paz, es que nunca les faltó el dinero a ellos porque les giraba mensualmente grandes cantidades del mismo, a través de un familiar, ya que me negaron el derecho de saber su domicilio. Los abandoné físicamente, pero no económicamente, ya que deseaba lo mejor para ambos. Es una nueva esperanza…

_ William, todas las personas cometemos errores, el punto detonante es admitirlos y corregirlos. Tus hijos ya te aceptaron y con tu paciencia, amor, perseverancia y tesón van a estar unidos. Cuéntales tu historia y escucha la de ellos, quizás no compartan la misma casa, pero la unión hace la fuerza. Hazles ver el eximio valor de la madre, sin rencores ni conjeturas. Compartan salidas, comentarios, visitas y encuentros. Hay que darle “tiempo al tiempo…” La vida es un largo proceso, algunos cortos y otros largos. Cada persona lo transita a su manera… Hay luz en tu nuevo camino. Hazlo guiado por ella y no verás más la oscuridad de la soledad.

Al día siguiente regresamos a casa con un regocijo reconfortante. Despedí a Samuel, reflexionando sobre la importancia de la familia, repitiendo una frase muy común: “Nacemos en una familia y morimos buscando la familia”.

La vida está formada por momentos, etapas, ciclos, sombras y luces, éxitos y fracasos; alegrías y llantos, inquietudes, proyectos, sueños, misterios que demuestran la vitalidad de la familia para continuar unidos en el trayecto de la vida. Lo esencial en la vida es permanecer “siempre juntos…” 

Pasaron varios días…

Los ensayos cada momento muestran más maestría narrativa de una extraordinaria conexión entre los personajes, y el teatro se está refaccionando al estilo 1597.

Se acerca el día del debut de la obra “Romeo y Julieta” y es rimbombante la creatividad de la época en cada rincón del teatro. Los actores demuestran impaciencia, pero a la vez tranquilidad, al ver el entorno que los acompaña. Hay novedades para la noche del debut, que, junto a Ustedes, mis lectores, lo vamos a disfrutar. Estemos juntos en esa noche especial.

Elizabeth, creación ficticia de Mercedes Davire de Llaver

 


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