Literatura: La Madrugada que Decretó la Continuidad
En el convencimiento que tenemos la misión de difundir las cosas que suceden y los trabajos de los habitantes de las Tierras del Este con la incipiente llegada del 2015 inauguramos un nuevo espacio para quienes deseen compartir cuentos, relatos y poesías con nuestros lectores.
En este caso publicamos un relato fantástico de Silvano González, colaborador de ARN Diario
La Madrugada que Decretó la Continuidad
De pronto los pájaros dejaron de cantar.
Se produjo un silencio aterrador.
Las ramas de los árboles permanecieron inmóviles.
Comprendió de repente el significado de la palabra implosión.
A pesar del entendimiento no alcanzaba a comprender qué estaba sucediendo.
El aire denso se tornaba caliente y desaparecía el oxígeno.
La claridad del cielo que un rato antes anunciaba el amanecer se convirtió en una confusa oscuridad.
Presintió que estaba dentro de un hongo hijo de Hiroshima.
Entendió la desesperanza japonesa y se lamentó que la ciencia marchara más rápido que la ética.
Abrazó a su compañera y le preguntó si detectaba los cambios que se producían.
Recibió una caricia en su nutrida cabellera y escuchó: Mi amor Estas soñando.
No alcanzaba a percibir la realidad y sospechó que podía ser una pesadilla.
Recordó a los mapuches que afirmaban que los pájaros no cantan por que amanece. Ellos saben que amanece por que los pájaros cantan.
Por las dudas convocó a los pájaros y decidió cantar junto a ellos y nuevamente amaneció.
Abrió sus ojos y convocó a que disfrutaran la luminosidad de la madrugada.
Estaba contento, había salvado a muchos de un triste final.
Nota de la redacción: Quienes deseen publicar en este espacio se tienen que comunicar a fuertesarndiario@gmail.com