Literatura: Poesías de Olga Gusberti
Es un alago para la dirección de ARNDiario que artistas de Tierras del Este ocupen un espacio en nuestro diario para difundir sus trabajos. En esta oportunidad la varias veces laureada comparte con nosotros las poesías “El Vino” e “Injusticia”
POESIAS
Olga Gusberti
- Docente jubilada
- Participó en la edición de veinte antologías poéticas a nivel nacional e internacional.
- Recibió veinte premios y menciones en el país y exterior en concursos de poesías.
- Colabora con la revista “Estro Rivadaviense” de escritores de Rivadavia.
- Participó con sus poesías en el libro “Secretos de Vida” de Mercedes Davire de Llaver.
EL VINO
Dulzura del néctar de las uvas
en el beso furtivo que se deja,
en los labios sedientos del que bebe
y el sabor perdurable que allí queda.
Cual la sangre que la llaga vierte,
cae el vino que la vasija llena
y su aroma se mezcla en los alcoholes
que embriagan con sabor, sabor a fiesta.
Y en la copa que la mano eleva
hay un brindis que al amigo llega,
desde el grano que sangra en esa copa
cual abrazo que siempre nos acerca.
Olga Gladys Thelma Gusberti
INJUSTICIA
Cuando sientas que el dolor te hiere,
cuando la injusticia te corroa el alma,
cuando las lágrimas te broten de impotencia
por los que sufren, en vano, sin respuesta,
entonces sentirás que aún estás vivo
y lo que corre por tus venas ya no es agua.
Cuando te duelas del dolor ajeno
y te retuerzas porque no haces nada,
sentirás tu corazón vibrante
porque ha empezado a palpitar tu alma.
No se vive sentado en una silla
soñando con ideales que no alcanzan,
vegetar no es vivir, la indiferencia
es peor que la muerte y la ignorancia.
Si no sirves a los otros, ya no sirves,
de qué vale tu existencia si es de escarcha,
sólo el fuego que nos nace desde adentro,
para darnos a los otros, con el alma,
nos hará comprender que ser felices
nunca se logra en la ceguera humana.
La mano que se tiende, la entrega por la nada,
el abrazo amigo por el que sufre y calla,
nace de los grandes, los rectos y los puros
que cierran los puños porque duele el alma,
por esa impotencia que da la injusticia
del hambre del niño, del anciano ajado,
pidiendo derechos que le arrebataron,
del obrero humilde que nunca descansa,
del que sufre enfermo sin la mano amiga,
porque duele todo, si está muerta el alma,
porque no servimos si nos cubre el hielo
por la indiferencia del dolor, del hambre
y las injusticias que a los hombres mata.
Olga Gladys Thelma Gusberti