Vino: ¿Habrá Llegado la Oportunidad de Cambiar?

Se está trabajando en un nuevo Plan Estratégico Vitivinícola. Ante los resultados obtenidos en los últimos años sería importante que se revisaran algunos conceptos y por eso se sugiere que se observe lo que está ocurriendo en Chile con el Cabildo del Vino donde participan viticultores, sommeliers, técnicos, agrónomos, comunicadores, elaboradores, comerciantes, etc.

El periodista e historiador Pablo Lacoste publicó sobre la creación de un Cabildo del Vino en Chile. En la nota explica que se trata de un espacio ciudadano que aspira a representar, de abajo hacia arriba, a los 200.000 personas vinculadas al mundo del vino: viticultores, sommeliers, técnicos, agrónomos, comunicadores, elaboradores, comerciantes, etc.

El Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI) fue diseñado en otro contexto y muchos de los que adhirieron en ese momento, en la actualidad sienten que el PEVI fue un Hood Robin, donde le quitan al pobre para beneficiar al rico. El funcionamiento de la COVIAR (Corporación Vitivinícola Argentina) es financiado por el Estado Nacional, los estados provinciales y un aporte “voluntario” de los productores para beneficiar la comercialización de los productos de origen vitícola.

En nuestro país coexisten cuatro grandes grupos empresariales que concentran el 52 % del mercado interno del vino. Si bien el mayor comercializador (22%) es una federación de cooperativas (FECOVITA) la distribución de la riqueza no se reparte equitativamente, ya que los productores vitícolas no reciben un monto adecuado al esfuerzo que significa trabajar la viña durante todo el año. Las otras empresas son Peñaflor con un 17 %, RPB (Baggio) con un 8 % y Esmeralda con un 5 %.

Nadie puede asegurar que las empresas tienen acuerdos empresariales para definir techos en los precios de la uva o el vino a granel, pero muchos sospechan que existe un monopsonio donde unos pocos definen los precios de muchos proveedores.

Estamos frente a un cambio de paradigma en la forma de producir y comercializar, además se está trabajando en el Plan Estratégico Vitivinícola para los próximos años y por eso sería muy importante evaluar lo que se está haciendo en el país trasandino y que el catedrático, investigador, periodista, escritor especializado entre otros temas en la evolución del vino en América y el Mundo esbozó en el artículo:

CABILDO DEL VINO

Se trata de imaginar el papel del vino, industria emblemática de Chile, en el nuevo país que se está construyendo.

¿Qué papel va a tener el vino en este nuevo Chile?

En primer lugar, ya no va a estar controlado por el oligopolio de las tres grandes que hoy lo dominan (Concha y Toro, Santa Rita y CCU). El eje va a estar puesto en el viticultor y el pequeño productor.

Se van a romper los actuales canales escleróticos de distribución y comercialización, por medio de los cuales, las tres grandes se aseguran vender 9 cada 10 botellas de vino que se venden en Chile. Con ese oligopolio, las tres grandes han logrado controlar los precios; impiden a los pequeños elaborar el vino porque no lo pueden vender. Y los obligan a malvenderles la uva a precios ridículos.

Estas tres empresas logran así grandes rentabilidades.

Sus campañas publicitarias, como la sponsorización del Manchester United, el Arsenal y el Tour de France, se financian con la sangre, el sudor y las lágrimas de los pequeños viticultores.

Esto se terminó.

El mundo del vino se pone de pie, y va a dar la lucha hasta el fin, en función de sus justos derechos.

El cabildo del Vino se ha reunido hoy, por primera vez, en el local de La Vinocracia, en Ñuñoa.

Pero también se han consensuado los principios.

En primer lugar, el agua es un derecho social y no puede ser privatizada.

El vino no puede ser tiranizado por los tecnócratas del Ministerio de Salud, que lo han demonizado y criminalizado. En el nuevo Chile, no queremos vivir sometido a las leyes tiránicas impuestas por los higienistas.

El vino no puede tampoco ser excluido de la Educación. Actualmente, los profesores no pueden enseñar la cultura del vino en la escuela. Porque los tecnócratas sanitaristas lo demonizan por tener alcohol. Eso tampoco lo aceptamos. El vino fue un pilar en la construcción histórica de Chile.

Por otro lado, el vino debe articularse con la gastronomía. Basta de seguir el modelo norteamericano, centrado en el varietal; ellos crearon ese modelo porque no tienen gastronomía (comen comida chatarra). En cambio aquí, sí hay gastronomía, creada por indígenas y criollos, que conviene rescatar.

Otro tema común: el vino del nuevo Chile debe vincularse con el comercio del nuevo Chile. Menos mall y más almacén de barrio. El gran supermercado negocia con las grandes empresas oligopólicas. El almacén de barrio negocia con los pequeños productores. Por eso, construir el nuevo Chile implica este nuevo espacio, donde sí habrá lugar para los pequeños productores.

Las leyes del vino tendrán el mismo tratamiento. La actual Zonificación Vitivinícola (decreto 464) está hecho a medida de las tres grandes empresas oligopólicas para eludir impuestos en Europa. Está hecho de arriba hacia abajo. Hay que hacerla de nuevo de abajo hacia arriba, priorizando los vinos según las comunidades locales, los pequeños productores, los vinos genuinos, como el Pipeño de San Javier, Villa Alegre y el Itata; el vino País de Cauquenes y el Itata, entre otros.

Lo mismo para los vinos de mayor calidad elaborados por pequeños productores.

En fin, hay mucho por conversar, consensuar y debatir.

Habrá que promover cooperativas que puedan tener el poder suficiente para competir con las grandes.

Hay mucho por hacer.

Habrá una Convención Constituyente Nacional, una Asamblea para hacer la Constitución. Y allí tendrá que escucharse la voz del mundo del vino.

Para los que quieran venir, las puertas están abiertas. Próximo lunes en la Vinocracia. A las 19.00

Por Carlos Fuertes para la Agencia Regional de Noticias- arndiario.com.ar -

Fuente: Pablo Lacoste

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