Vendimia de Junín, con Hermanos de Vides y Sueños Otra Vez Estuvieron Por Arriba de las Expectativas
La suma de talentos y la clara idea de lo que se pretendía mostrar, fueron los condimentos para la fórmula de presentar una gran fiesta, contaron con un escenario imponente donde músicos y artistas que cumplieron con amplitud con lo solicitado
El reloj marcaba las 22,15 horas cuando el trio integrado por Gabriela Ferrigno, Mauricio Morello y Marcelo Ortíz anunciaron que comenzaba el festejo de los 161 años del departamento. Ellos en un costado del escenario que mostraba el monumento del agua y del trabajo, le comentaron a los asistentes que estaba por dar inicio a la fiesta “Hermano de Vides y Sueños”
El espectáculo, dirigido por Pedro Marabini y Omar Escales, mostró a lo largo de sus cuadros cómo el hombre de Junín encuentra en sus manos, y a través del tiempo, el significado de su existencia y el gran motivo para su transformación.
El espectáculo se dividió en 24 cuadros bien ensamblados con los relatos de Jorge Fornés, el primer cuadro fue la presentación de las candidatas donde las reinas salientes y las candidatas bailaron “La Cueca de los distritos” donde las féminas mostraron que las horas de aprendizaje y ensayo no habían sido en vano.
En el tercer cuadro a partir de las imágenes del Big Bang pusieron en valor los matices de los pobladores de Junín, brindando un homenaje a los que supieron construir un hogar donde vivir. Muestran en este cuadro se reafirma el concepto de que “es necesario saber por qué cantan los juninenses”
En el cuadro celador de sueños con los arreglos musicales de Marcelo Pelllegrino y Víctor Farías, el tema que inmortalizara Orozco – Barrientos junto a Mercedes Sosa, tuvo un toque moderno a ritmo de guaino muy agradable que dieron el sustento para el cuadro de la construcción de la familia.
Con el ritmo de una ranchera se destacó La Posta del Retamo y más tarde la construcción de una identidad donde el pueblo de Junín es capaz de vencer a la adversidad y está dispuesto a moler las piedras en caso de ser necesario. Con el tema La Maza se destacó las fuertes convicciones de la necesidad de una construcción colectiva donde la esperanza es el principal combustible de los habitantes del Jardín de Mendoza.
Los responsables del espectáculo transmitieron un mensaje político claro mostrando que en Junín los cambios son aceptados como algo inevitable y necesario, mostrando la rueda que simboliza el paso del tiempo, además de la evolución de las especies donde pasan progresivamente de un nivel al otro pero en continuidad, donde el primer paso prepara el siguiente y así sucesivamente. Todo esto muy bien resuelto con la imagen de una mariposa que hasta no hace mucho era un gusano y gracias a la evolución y el cambio constante, ese cuerpo que solo se arrastraba, ahora tiene la capacidad de volar. De la misma manera están mostrando que en este pueblo todo es posible. Donde hay diferentes madrugadas, diferentes realidades y donde nada lo único eterno es la renovación y la transformación de cada uno.
La imagen de una parturienta entre las viñas muestra que nada hubiese sido posible sin amor, sin las manos que son el símbolo de la utilización de un elemento que en algunos casos destruyen y castigan pero que en Junín esas mismas manos son las que sacan las piedras del camino, son las que crean y acarician. Las mismas que desmontaron los montes y convirtieron estos suelos en campos fértiles para el cultivo de la vid y los frutos con que se alimentan las personas.
Los cuadros del clima y la entrada de la Virgen Los cuadros 14 y 15 estuvieron cargado de religiosidad mesclada con la tarea rural que se desarrolla cotidianamente “cabe en tu espalda agraria mi súplica sufrido señor del viñedo, donde la hectárea ríspida levanta todo el peso del pan que te debemos. Toma también mi espalda para que las cruces pesen menos en el esfuerzo” lograron los responsable del espectáculo trazar un paralelismo de los padecimientos del trabajar rural con el sufrimiento de Cristo. De esta manera, el momento de la crucifixión de Jesus la relacionan en el Vía Crucis con la tormenta de granizo, las heladas o los vientos atacan los viñedos y los clavos de la cruz son trozos de vidrio en las muñecas de Cristo a modo de pedazos de hielo. En una escena mística y diferente apareció la esperanza con la llegada de la imagen de la Virgen de la Carrodilla precedida por una gran cantidad de antorchas en un escenario casi a oscuras.
En el cuadro 21 cuando ya estaba culminando es espectáculo varió desde el vals al jazz mostrando la mistura de personalidades de orígenes de colores y olores que rodean a Junín que no son otra cosa que el camino “De la Uva al Vino”: En asocio la valentía, la audacia y la solidaridad construyeron la cultura que hizo posible que la esperanza nuevamente resurgiera con la puesta en funcionamiento de la Bodega Municipal Raíces de Junín.
Por Carlos Fuertes para la Agencia Regional de Noticias ARNDiario
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