Recuperan en baldío y lo convierten en un espacio para el esparcimiento de niños
San Martín y Junín trabajaron para acondicionar un terreno en el barrio Ramonof. Cincuenta niños y niñas ya disfrutan del predio.
Romina Rivero es una referente del barrio Ramonof y junto a un grupo de jóvenes y con ayuda del Municipio emprendieron la tarea de generar un espacio para la contención de los niños. Ella junto a las agrupaciones Libres del Sur y Barrios de Pie decidieron plantear, el pedido de mejorar un predio al área de deportes de la Ciudad de Palmira. La idea era contar con un espacio que permita a niños y niñas hacer deportes y con ello, alejarlos de los potenciales peligros que generan el ocio, las malas compañías y los flagelos de las sustancias prohibidas.
Gustavo Castro, a cargo del área consultada gestionó con otras áreas municipales los trabajos de nivelación y limpieza del terreno propuesto por los jóvenes dirigentes del Barrio Ramonof. Con recursos comunales sanmartinianos y del departamento de Junín se logró en pocos días tener un espacio apropiado. La Delegación municipal construyó los arcos de fútbol y los colocó, como hito inaugural de este flamante mini playón deportivo. Se consiguió, además, las redes que visten las estructuras metálicas. Estas transforman en grito de gol las ilusiones de niños y jóvenes que se proyectan al futuro con la mentalidad ganadora.
Por la cercanía con Junín, los vecinos del barrio Ramonof reciben numerosos niños de esa comunidad. Es así que desde la comuna del departamento vecino aportaron al proyecto recursos para vestir con camisetas a los futuros jugadores. También donaron elementos deportivos para satisfacer las necesidades de los entrenadores. Romina Rivero señaló que “desde hace mucho tiempo nos organizamos en este terreno, donde los chicos se juntan a patear una pelota. Soñamos con convertirlo pronto en una escuelita de fútbol. La intención es que los niños practiquen un deporte y tengan una vida saludable”. Ahora está la ida de crear una liga barrial en Palmira y alrededores.
Así, del baldío nació una cancha, la cancha se alimentó con niños y niñas y el Municipio brindó recursos materiales y humanos. Las familias, incentivadas por el apoyo del gobierno municipal, han buscado mujeres interesadas en armar el primer equipo femenino de la barriada. Y los sueños no se detienen con familiares que, contagiados por los logros, mantienen en carpeta numerosos anhelos. “Cuando me contactaron vine a ver el lugar y vi la cantidad de niños y niñas jugando; dijimos que el Estado no podía estar ausente y por eso nos pusimos en la tarea de recuperar el potrero. Queremos, junto al intendente Raúl Rufeil, que los chicos y jóvenes de Palmira se desarrollen con los valores que brinda el deporte”, cerró Gustavo Castro.
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