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Actualizado el Sabado 03 de Julio de 2021


Reconocimiento a Santiago Felipe Llaver


De prosperar el proyecto, la Escuela de Medicina Nuclear podrá llevar el nombre del exgobernador de Mendoza que apoyó desde el primer momento la instalación para desarrollar un proyecto de investigación y formación de recursos humanos en medicina nuclear

La comisión de Salud, que preside Hebe Casado (PRO), inició el estudio de una iniciativa de Ana María Andía (UCR), por la que se propone designar con el nombre de “Santiago Felipe Llaver” al edificio de la Escuela de Medicina Nuclear de la provincia.

“Santiago Llaver nació en 1916 en el departamento de San Martín. Una vez finalizada su formación secundaria, decidió estudiar abogacía en la Universidad Nacional de Córdoba. Si bien desde joven ocupó cargos partidarios tanto a nivel provincial como nacional, su primera aparición formal en la política de Mendoza fue en 1960 al ser electo Diputado Provincial. Posteriormente, desde 1963 y hasta el golpe de Estado de 1966, se desempeñó como Diputado Nacional”, recuerda Andía en la fundamentación.

En octubre de 1983, “en un contexto sociopolítico muy complejo, fue electo gobernador de nuestra provincia, luego de largos y oscuros años de dictadura militar en Argentina. Llaver tenía claro que era preciso reconstruir el tejido social de una comunidad desgarrada. Era necesario reintroducir en Mendoza los valores de la democracia, a la que él no sólo concebía como un camino saludable para la convivencia en sociedad, sino como una eficaz herramienta para el desarrollo y el progreso de los pueblos”, añade al respecto.

En octubre de 1986, en Casa de Gobierno, Llaver “recibió a autoridades nacionales de la Comisión Nacional de Energía Atómica. Acompañaban al gobernador el Asesor de Gobierno, Hugo Ostropolsky, el Ministro de Bienestar Social, Marcelino Iglesias, y el Director del Hospital Central, Roberto Tutor, así como el vicerrector de la Universidad Nacional de Cuyo, Alberto Binia”. El objetivo de la reunión solicitada por las autoridades de la CNEA “era plantear al gobierno de la provincia de Mendoza la implementación de un proyecto de investigación y formación de recursos humanos en medicina nuclear, en el marco de las políticas púbicas de descentralización impulsadas por el presidente Raúl Alfonsín”, subraya al respecto.

Andía, relata asimismo que en ese entonces, la CNEA contaba con el financiamiento necesario para la obra y el equipamiento, que incluía “la instalación de un ciclotrón y un tomógrafo por emisión de positrones (PET) hasta entonces inexistente en América Latina. Para la concreción del proyecto era imprescindible disponer de un terreno adecuado, de preferencia próximo al Hospital Central de Mendoza, en donde tenían asiento varias cátedras y residencias de la Facultad de Ciencias Médicas de la UNCuyo”.

En tal sentido, sostiene que “por iniciativa del gobernador Llaver, se le planteó a la CNEA la necesidad de que la provincia formara parte de ese proyecto. También, que a los dos objetivos iniciales de docencia e investigación se le sumara la prestación de servicios de salud a la población.

Pocos días después de la reunión, el gobernador Llaver envió a la Legislatura de Mendoza un proyecto de Ley a fin de afectar a este fin un terreno sobre calle Garibaldi, contiguo al Hospital Central”, iniciativa que fue aprobada con amplio apoyo de todas las bancadas de esta Legislatura.

“En diciembre de ese mismo año, 1986, se colocó la piedra fundamental de lo que a futuro fueron las instalaciones de la Escuela de Medicina Nuclear”, comentó la autora del proyecto, lo que constituye, dijo, “un ejemplo de política de Estado y de articulación entre el Ejecutivo y el Legislativo y es un ejemplo, porque luego de Llaver, Bordón también dio su apoyo a este proyecto pionero en Latinoamérica por su  nivel de excelencia”.

“Tanto Llaver como Bordón pusieron énfasis en la necesidad de que se incorporara la prestación de servicios de salud al proyecto, junto a los objetivos iniciales de docencia e investigación”, indicó, agregando que por otra parte, “debe destacarse que la inauguración de la FUESMEN trajo a nuestra provincia los desarrollos tecnológicos de máximo nivel disponibles en esa época en el mundo, en lo relativo a medicina nuclear para el diagnóstico, la evaluación y/o el tratamiento de diversas patologías. Era el único lugar en Latinoamérica en donde se podía acceder a tomografías por emisión de positrones (PET), y de hecho, durante varios años, más del 50% de esos estudios se realizaron a ciudadanos de países vecinos”.

Autor del Retrato de Portada: Agustín Nicolas Chavez

 


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