Día Internacional de la Mujer: A LAS MUJERES QUE AME

En la conmemoración del Día Internacional de la Mujer nos permitimos recordar la lucha de las féminas por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo integro como persona. “Salvemos a las mujeres”.

Vivimos Vendimia y a diario escuchamos comentarios sobre la belleza de tal o cual candidata y no olvidamos de la potencialidad para resolver problemas que tienen naturalmente las féminas que aparte de su belleza transportan en su mapa genético el legado de salvar a la humanidad.

Hace un tiempo atrás una docente sanmartiniana, Estela Mariela Ambrosio nos hizo llegar una interesante nota del escritor brasileño Luís Fernando Veríssimo que sirve para reflexionar sobre la Campaña Salvemos a las Mujeres

El irrespeto por la naturaleza ha afectado la supervivencia de varios seres, y entre los más amenazados está la hembra de la especie humana.

Tengo apenas un ejemplar en casa, que mantengo con mucho celo y dedicación, pero en verdad creo que es ella la que me mantiene. Por lo tanto, por una cuestión de auto-supervivencia, lanzo la campaña “Salvemos a las mujeres”.

Tomen de acá mis pocos conocimientos sobre la fisiología de la feminidad, con el fin de que preservemos los raros y preciosos ejemplares que todavía quedan:

1)      Hábitat: La mujer no puede vivir en cautiverio. Si está enjaulada, huirá o morirá por dentro. No hay cadenas que las aten y las que se someten a la jaula pierden su DNA. Usted jamás tendrá la posesión sobre una mujer; lo que la va a atar a usted es una línea frágil que necesita ser reforzada diariamente.

2)      Alimentación correcta: Nadie vive de la brisa. La Mujer vive de cariño. Déle en abundancia. Es cosa de hombre, y si ella no lo recibe de usted, lo buscará en otro. Besos matinales y un “yo te amo” al desayuno las mantienen bellas y perfumadas durante todo el día. Un abrazo diario es como el agua para los helechos. No la deje deshidratarse. Por lo menos una vez al mes es necesario, si no obligatorio, servirle un plato especial.

3)      Flores: También hacen parte del menú. Mujer que no recibe flores se marchita rápidamente y adquiere rasgos masculinos como la brusquedad y el trato áspero.

4)      Respete la naturaleza: ¿No soporta la TPM (tensión pre-menstrual)? Cásese con un hombre. Las mujeres menstrúan, lloran por cualquier cosa, les gusta hablar de cómo les fue en el día, de discutir sobre la relación. Si quiere vivir con una mujer, prepárese para eso.

5)      No restrinja su vanidad: Es propio de la mujer hidratar las mechas, pintarse las uñas, echarse labial, estar todo un día en el salón de belleza, coleccionar aretes, comprarse muchos zapatos, pasar horas escogiendo ropas en un centro comercial. Comprenda todo esto y apóyela.

6)      El cerebro femenino no es un mito: Por inseguridad, la mayoría de los hombres prefiere no creer en la existencia del cerebro femenino. Por ello, buscan aquellas que fingen no tenerlo (y algunas realmente lo jubilaron). Entonces, aguante: mujer sin cerebro no es mujer, sino un simple objeto decorativo. Si usted está cansado de coleccionar estatuillas, intente relacionarse con una mujer. Algunas le mostrarán que tienen más materia gris que usted. No les huya, aprenda con ellas y crezca. Y no se preocupe; al contrario de lo que ocurre con los hombres, la inteligencia no funciona como repelente para las mujeres.

7)      No haga sombra sobre ella... Si usted quiere ser un gran hombre tenga una mujer a su lado, nunca atrás. De esa forma, cuando ella brille, usted se bronceará. Sin embargo, si ella está atrás, usted llevará una patada en el trasero.

8)      Acepte: Mujeres también tienen luz propia y no dependen de nosotros para brillar. El hombre sabio alimenta los potenciales de su compañera y los utiliza para motivar los propios. Él sabe que, preservando y cultivando la mujer, él estará salvándose a sí mismo.

Mi amigo, si usted piensa que la mujer es demasiado costosa, vuélvase GAY. ¡Sólo tiene mujer quien puede!

Luis Fernando Veríssimo

Nos permitimos la Licencia

Desde la ARN Diario adherimos en cada uno de los puntos expuestos por Luís Fernando Veríssimo y nos permitimos la licencia de agregar algunos puntos.

1) Por favor comparemos el porcentaje de la población carcelaria y se sorprenderá del escaso número de mujeres que cometen delitos.

2) Recuerde que mujer inició alguna guerra en el mundo.

3) En una familia cuando muere el padre, la viuda con o sin recursos mantendrá la familia (en la mayoría de los casos) Cuando muere la madre, el padre con o sin recursos se le hará muy difícil mantener a la familia unida.

4) Qué ministro de economía de cualquier parte del mundo puede dar la fórmula para alimentar a una familia con $ 40.000 mensuales. Una gran cantidad de mujeres argentinas lo hacen a diario y ninguna de ellas ganó ningún premio Nobel.

5) Cuántos hombres podrían, después de llegar del trabajo cocinar, lavar planchar, limpiar la casa, maquillarse, ayudar a los hijos con las tareas de la escuela, sin tener un ataque de nervios. Millones de mujeres argentinas lo hacen cotidianamente.

Podría agregar una infinidad de puntos pero el machismo que transporto por más de seis décadas me impide hacerlo.

Por nombrar sólo a algunas

El agradecimiento a María, mi abuela, que dejó todo de lado para fundar con su hombre elegido (quizás no era el que más le convenía) una familia con el objeto de que creciéramos como seres humanos.

A Ofelia, mi madre que me ayudó a crecer, diciéndome que nosotros no éramos pobres y que circunstancialmente no disponíamos de dinero y recién partió cuando consideró que ya podía sobrevivir sin su auxilio.

A María Elena, mi hija, que ejerce su feminidad mostrando su intelecto construyendo a diario su familia.

A Dalila Elunei. a Valentina Malen, a Amelí, a Anahí mis nietas, que transitan el camino de mi abuela, mi madre, mi hija y sus madres.

A la madre de mis hijos que los educó para que fueran personas de bien.

A Verónica que en el otoño de mi vida me acompañó cotidianamente hasta que partió.

A Rita que me ayudó a salir del pozo.

A Juana la Loca que se animó.

A Juana Azurduy que se hizo cargo.

A la Madre Teresa que entregó hasta el dolor.

A Alicia Moreau de Justo que inició una lucha que no se detuvo.

A Rosa Louise McCailey o Rosa Park que estando harta de ceder se negó a dar el asiento a un hombre blanco.

A Verónica Lineros correligionaria fiel hasta peligrar su sustento diario.

A Rosa Campusano y Manuela Saez que acompañaron a los libertadores en el fragor de la lucha.

A Ana Laura Verde que en momentos que cuestionan a la Fiesta de la Vendimia porque supuestamente cosifican a la mujer apareció una fémina paceña, y demostró cómo se puede cumplir con un sueño cuando se defiende con dignidad.

A María Inés Abrile de Vollmer que se animó hace tiempo a luchar por la educación sexual adulta en las escuelas.

A Yolanda Celis partera madrina de cientos de chicos a los que ayudó a llegar al mundo.

A Joan Chandos Báez, la reina de la canción de protesta.

A muchas mujeres que trabajan en política, (incluso a las que no vote) como Rita, Dalila Melisa, y que con su participación muestran que es posible.

A María Luisa Paz de Carabajal que crio 12 hijos y fue la inspiradora de “Las Manos de mi Madre”. A Mariquita Sánchez de Thompson que sedujo a favor de un ideal.

A Golda Meir que denunció la hipocresía de ingleses, franceses y americanos por igual.

A Aurelia Vélez mujer culta, inteligente, indispensable para la llegada de Sarmiento a la Presidencia.

A Chichi que soportó lo insoportable para no contrariar a nadie, hasta que se animó a vivir.

A Eva Duarte que desde el afecto produjo la primer gran movilización del pueblo argentino.

A Lisístrata, la griega que organizó a las mujeres de pueblos en guerra y las convenció a iniciar una huelga de tipo sexual, donde ninguna de ellas consentiría tener relaciones sexuales con su esposo o amante hasta que la guerra concluyera.

A Maria Curie que no ahorró tiempo para la investigación.

A Maria Elena Walsh que amo a los niños escribiendo para ellos desde el respeto, considerándolos como personas con poca edad.

A Edith Piaf que desde la prostitución buscó el amor y sedujo al mundo con su voz.

A las putas de Sabina.

A todas las mujeres que conocí y que compartí parte de mi existencia desde lo laboral, lo afectivo, lo intelectual y también desde el cariño, por último a tantas mujeres que en diferentes momentos me hablaron e hicieron conocer sus logros y anhelos y despertaron esta catarata de agradecimiento que queda inconclusa.

A LAS MUJERES QUE AMÉ

Carlos Fuertes para la Agencia Regional de Noticias

Nota de la Redacción: ¿Quién es el marciano corajudo? Luis Fernando Veríssimo es un escritor brasileño que nació en Porto Alegre, el 26 de septiembre de 1936. Muchos de sus trabajos tienen un tono humorístico.

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