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Actualizado el 21 de Diciembre de 2011


Regresa Doña Pepa con Datos Sobre Nuevos Cargos


Semana agitada la de Doña y su marido Ruperto, estuvieron en la reasunción de Salgado y Giménez, en la habilitación de la doble vía en La Paz, en la despedida del año en La Colonia con los Peronista y de paso recordaron una historia de las vacaciones.

Los Díaz de Ochoa se cuentan con Quitos, por las Dávilas VIO

-Cuando terminaba el acto de reasunción de Jorge O. Giménez, Don Ruperto cantaba con ritmo de milonga: Los Díaz de Ochoa se cuentan con Quitos por las Dávilas vio.

-Doña Pepa intrigada le preguntó que te fumaste viejo que pretendes con ese acertijo. ----Don Ruperto con aire de autosuficiencia agregaba si Piazzola viviera le pondría música a esta milonga política.

-Su esposa a quien el periodismo le ha picado se rindió y le pidió otra pista y lo amenazó que no habría colita para mañana sino le contaba de inmediato lo que escondía.

-El viejo acostumbrado a ceder cuando la negociación se convierte en inviable, comentó: Parece que un muchacho relacionado con el sindicato vial, de apellido Díaz suena para reemplazar al Quito Benegas.

-¿Y al Quito se lo rifan? Pregunto la vieja chusma.

-El viejo zorro acostumbrado a estos desafíos agregó ¿Cómo se van a rifar al Quito si fue uno de los pocos que se jugó desde el principio por el PAKO, no te acordas de los carteles que aparecieron en su momento? El Quito es casi seguro que va de consejero en Vialidad por la Zona Este.

-¿Qué pasa con el Cacho entonces?

-En el café se comenta que el pobre Cacho apostó mal, primero se jugó por Cazaban y después le apostó a la lista perdedora en el sindicato. No tiene puntería para apuntar al candidato ni cintura para pegar la vuelta. “El único destino viable me decía mi compadre (El Turco) es cerca de Carlos Ciurca que ha puesto una ambulancia para levantar heridos y armar una estructura en el Este, si hasta el Toqui Heredia se sumó a los transportados en la ambulancia”.

-Doña Pepa indignada por la supuesta papa que tenía su marido pregunto con un poco de bronca y eso de Dávila ¿qué tienen que ver con todo esto?

-Ruperto sereno como cuando entrega una muestra de vino contestó: Lo de Dávila es posible ya que demostró en diputados que es un tipo noble que respeta la conducción y sería el reemplazante del Quito en el Este, por lo menos así lo proponen algunas personas cercanas a Jorge Omar. Pero algunos insisten que debería esperar hasta después de que se renueven las autoridades en la Cámara, por ahí Tanus se decide y se va a Irrigación y Juancito es el que sigue en la lista.

Doña Pepa le prometió a Ruperto: “Mirá si llega a darse te paso una parte de mi sueldo como corresponsal”. 

En La Colonia Juan David Sánchez organizó una cena de fin de año a donde llegó Ciurca, Aranda, y las morochas Garnica y Destéfanis doña Pepa lo vio de la siguiente manera:

1) Operación de oreja. Doña Pepa: “A ese pobre muchacho le van a tener que operar la oreja para sacarle el teléfono (lo debe tener incrustado) cuando deje de ser Ministro” refiriéndose a Carlos Aranda después de observarlo durante casi una hora de comunicación permanente.

2) Tandem de morochas: “Que lindas mujeres son esas morochas” dijo don Ruperto, doña Pepa conocedora del relleno de la empanada le dijo a su marido: “Esas chicas serán las encargadas del protocolo de la vice, además las dos tienen compromisos la Marisa Garnica (la de rulitos) está casada con el que fue intendente de Luján, ese que era ganso y antes de terminar el mandato se peleó con su compadre Demarchi y se cruzó al peronismo y la Flor Destéfanis está de novia con un chico muy simpático.

3) Estrellas co n brillo propio. Con pica la vieja agregó un comentario sobre el tema anterior: "Mira Ruperto te puedo apostar que estas chicas no duraran mucho tiempo juntas. Las dos son muy capaces pero ambas tienen un carácter muy fuerte. Son estrellas que alumbran mucho y no están acostumbradas a brillar en tandem".

4) Los únicos beneficiados son los chicos..y el gringo. Vieja ¿Dónde está mi amigo el gringo Strapazzon? “No seas pavo gringo que se llena se vuela” contestó doña Pepa y agregó "el Juan David junto con el Jorge apostaron por el gringo para ganar la interna, vos mejor que nadie sabe lo que es tener el gringo enfrente, pero después el viejo gringo hizo la típica, se cortó sólo, que la militancia la hagan los otros si total el tiene una beca por cuatro años, eso me lo dijo mi comadre Chicha que está acá en la cena".

5) Llegó la marcha y la conducción Ciurquista. Como en toda reunión que se jacte de peronista no podía faltar un elemento de la parafernalia tradicional como la marcha. Comenzó con la fuerza de costumbre pero de a poco fue decayendo fue entonces que el animador de la reunión pidió un aplauso para salvar del papelón a los nuevos militantes que todavía no aprendieron a cantar tan sentido himno. Fue en ese momento que Ciurca pidió el micrófono y continuó cantando a capela. De a poco lo fueron siguiendo hasta que le engancharon la música. Aunque algunos sólo movían los labios se les alcanzó a escuchar algún murmullo. contó Doña Pepa y agregó le salió mejor que a Hugo del Carril 

El Paseo de la Patria con Funcionarios?

- Vieja, vieja ¿Quién es Aruj? preguntó Ruperto

- Un pelado amigo de la Vilma Rúpolo que fue director de cultura después del gordo Caramaza ¿por qué preguntas?

- Me dijo mi compadre “El turco” que un tal Aruj le recomendó a Jorge Omar que pusiera como coordinador de eventos en el Paseo de la Patria a un tal Alfredo Laferrer.

-Esa si que me tomó de sorpresa y ahora que van a decir los culturosos del pueblo que pretendían manejar el espacio con gente propia. 

Don Ruperto le contó a Doña Pepa algo que su compadre “El Turco” le confesó sobre un hecho verídico sucedido en San Martín

Vacaciones Compartidas

En el San Martín que todavía recordaba la abundancia de la época de Greco estaba con el bigote tupido, gesto serio y uniforme impecable, el oficial de confianza del viejo comisario, junto al nuevo sumariante habían concurrido a la residencia del acaudalado bioquímico, que regresando de sus vacaciones tenía que enfrentar la cruda realidad en su domicilio. 

En la cocina de la gran casa con cara de no entender nada, estaba sentado mirando las calcomanías de la heladera el hombre que en oportunidades trabajaba de jardinero. 

MIentras el medico y su esposa hablaban con los policías la empleada domestica decía para quien quisiera escucharla: "si yo hubiera estado esto no hubiera ocurrido" mientras miraba la hoja puesta en la vieja Olivetti. 

Alcanzó a leer en la hoja que con rapidez había tipeado el sumariante: "Raimundo González, DNI 10.638.453, 51 años de edad, hijo de Josefa González, y padre desconocido, casado en primeras nupcias con Juana María Quiroga, 3 hijos, con domicilio en el barrio Córdoba. Sin empleo fijo, ocasionalmente jardinero y en menor medida cuidador. Manifiesta que: lo único que había hecho era cumplir órdenes......" 

En un momento mientras el Doctor atendía el teléfono Raimundo trataba de recordar desde el primer momento todo lo sucedido, para quedar bien con las fuerzas del orden y por supuesto con el Doctor.

Recordó: Que sonó el teléfono de la casa. Los patrones habían viajado el día anterior a la costa,

Él no tenía instrucciones al respecto por lo que no sabía si atender o no. Las órdenes recibidas eran específicas "No dejar entrar a nadie y si sucedía cualquier cosa rara tenía que llamar al comisario amigo del Doctor", además le habían recomendado "No te muevas de la casa".

Después de reiteradas llamadas, tomó la decisión de atender el teléfono," total con eso no le hacía mal a nadie y aparte los patrones podían necesitar algo". Con temor de haberse excedido en sus funciones dijo un tímido: holaaa ¿quién habla?

“El doctor”, respondieron del otro lado de la línea. "¿qué pasa has estado tomando? ¿Por qué no atendías el teléfono? “ 

Raimundo: Disculpe jefe no sabía si atender o no, ¿como se cree que yo puedo tomar? usted sabe que sólo los domingos al medio día tomo alguna copita de vino en la casa. 

Doctor: Raimundo, Necesito pedirte un favor, pero tenes que ser discreto respecto a esto, no se lo tenes que contar ni a tu mujer. Si no quieres hacerme el favor me lo decís y no pasa nada, Es algo para mi importante, sino no te lo pediría.. 

Raimundo: “Doctor puede confiar en mi, hace más de diez años que le cuido la casa, y usted más que nadie sabe que yo se guardar un secreto, se acuerda cuando encontré a mi señora con su cuñado y usted me dijo que no hiciera quilombo, porque si se enteraba su esposa se enfermaría de los nervios, y que ella no podía soportar un disgusto?,¿yo qué hice? me banque todo como si nada hubiera ocurrido, Como usted me dijo, hable con mi mujer y la recibí en la casa nuevamente. Así que usted sabe doctor que en mi puede encontrar un amigo. Perdón por la impertinencia”. 

Doctor: “Mira hermano del alma, ¿te puedo decir así? ¡cierto!. No te pediría esto si no te considerara un tipo piola que puede entender ciertas cosas. Seguro que vos sabes que yo tengo una noviecita. No es nada tan serio, pero paso momentos muy buenos con ella, vos entendes hermano. La pobrecita ahora está sin trabajo así que yo la ayudo un poquito. Y como salí a las apuradas por la loca de mi mujer no tuve tiempo de dejarle algunos pesitos para estos días que yo voy a estar en la costa. Entonces necesito que te cruces hasta el gringo del almacén y pedile que te prepare un asadito para unas ocho personas que sea abundante, también decile que te de una cajita de vinito ese de Fundación Mendoza. Luego va a pasar por la casa el hermanito de mi...bueno vos sabes.. de mi noviecita y vos se lo entregas. Entendiste Raimundito? Te llamo en una media hora para ver como fue la cosa ¿okey?” 

Raimndo: Doctor no sabía nada, pero lo bien que hace, con lo bueno y con lo que trabaja usted, se lo merece, ya me voy para el almacén.

Pasada la media hora convenida para la nueva comunicación, sonó nuevamente el teléfono y Raimundo le comentó a su patrón que el almacenero se había negado a entregar las cosas. 

Doctor: No te hagas problemas Raimundito, ese gringo pelotudo, se creerá que me voy a ir del barrio por unos pesos de mierda, anda de nuevo que ya lo llamo. Dijo el patrón, al que se le notaba un tono realmente indignado. 

Sonó el teléfono del mercadito vecino, atendió el propietario y escucho una voz ronca y enojada que le decía: 

Doctor: Acaso considera que no le voy a pagar, que me voy a ir del puto pueblo por unos pesos de mierda? 

Almacenero: Disculpe Doctor, lo que pasa que Raimundo me vino a contar una historia de una minita suya y no le creí, conociéndolo como lo conozco que iba a pensar, que usted estaba de trampa. 

Doctor: Y vos quién sos para emitir juicio sobre mi? ¿acaso sos el Cura Álvarez? ¿O no te acordas del quilombo que tuviste con la cajera de tu negocio?. Lo único que falta que tenga que pedir autorización para tener una novia. Por favor si podes entrégale lo que te pida Raimundito, sino no te hagas problemas, habrá otro comerciante que pueda confiar en mí. 

Almacenero: No fue mi intención molestarlo, ni menos juzgarlo, cuente con lo que necesite doctor. 

Doctor: Gracias gringo, disculpa lo caliente, Si tenes, aparte de lo que te pidió Raimundito, entregale además unas latitas de corazones de alcaucil y unos ataditos de cigarrillos para el hermanito de la pibita, Okey? Cuando vuelva te arreglo todo. 

Después de la entrega al cuñadito del doctor, si cuñadito, un vago que tenía como de treinta y cinco años. El doctor, recordaba Raimundo, me llamó y me dijo que fuera al sótano para ver lo que quedaba del carneo, ya que estaban por ir unos familiares de la esposa que eran una máquina de comer. Le pasé el inventario que consistía en: 2 jamones enteros, uno empezado, 3 bondiolas, 4 tiras de chorizos secos, 2 morcillas secas, 6 frascos con escabeche de viscacha, en el frezzer habían 2 paquetes identificados como lomos de jabalí, y otros paquetes de truchas ahumadas.

Fui tan eficiente recordaba Raimundo que además le pasé un listado de la ropa que tenían en el baulero (como le llaman ellos): 3 pares de zapatos negros con cordones, un par de mocasines marrones, 2 pares de zapatos de gamuza uno gris y el otro marroncito (como diría el doctor). 10 camisas planchadas, 4 camperas de lana, 2 chalecos, 5 pulloveres, 2 trajes uno cruzado y el otro derecho, un sobretodo negro y el otro marrón, 4 camperas de diferentes colores (un poco colorinche para un hombre de la edad del doctor). 

También se acordó que cuando le pasó el inventario el Doctor le indicó que le diera al "cuñadito" un par de zapatos de charol y el traje que tenía rayitas, porque el muchachito tenía una cena elegante y el pobrecito no tenía que ponerse.

También me acuerdo que: para que no fuera con las manos vacías me indico el Doctor que le diera un jamoncito, los dos paquetes de truchitas y el lomito de jabalí y como si fuera poco también hubo que darle una cajita de champucito. 

Pensó Raimundo que cosa rara este Doctor, con todo lo que estudió, pueda no darse cuenta que entre el cuñadito la noviecita lo estaban viviendo de una manera alevosa. 

También se le vino a la memoria en el momento que lo llamó para indicarle que le prepara un asadito y les llenara la pileta para el cuñadito y sus amigos, y cuando se fueron, recuerda: "yo le dije al doctor que también habían sido acompañados por unas chicas que de bueno sólo debían tener el apetito" 

Como si fuera hace diez minutos recuerdo la voz del Doctor diciendo "son cosas de muchachos Raimundito, ¿acaso nunca te tiraste una canita al aire? ¿no te habrás convertido en buchon?", como para tirarme canas al aire, si de pedo me alcanzaba para parar la olla, justo yo mujeriego, si llegaba con los dolores en toda la espalda después de trabajar el día completo arreglando jardines a los copetudos de billetera gorda, y menos buchon, justo yo que lo estaba bancando y que al único que le contaba era al del almacén, que todos los días preguntaba por el fatito del jefe. 

Eso si tengo que reconocer que este año conmigo también fue generoso, me regalo el jamón que estaba empezado y una bondiola el día del cumpleaños de mi señora. Ese noche si que me arrepentí cuando volví estaba el sinvergüenza del cuñadito con sus "amistades" repartidos por toda la casa. ¡¡Lo que habían chupado y comido a costa del pobre Doctor!!, 

Me toco limpiar más de cuatro horas. Fue hay cuando me di cuenta que faltaban algunas cosas entre ellas la video y el televisor de la pieza del hijo más chico, y que el jefe me dijo "no te hagas problemas Raimundito, no me cagues las vacaciones, cuando vuelva arreglo todo", 

Y con plata cualquiera se puede dar el lujo que lo pasen de esa manera, me gustaría que él tuviera que vivir con los pesitos que te pagan, cuando te pagan por atenderles los jardines. Ni con los hijos era tan generoso. Si yo había visto cuando le negaba el auto al pibe más grande. Como tira un pelito de mina, me acuerdo que yo pensaba. 

Debía estar muy buena la minita me decía el almacenero, seguro que es una de las pacientes que viene temprano a la tarde, él había visto en varias oportunidades a una que llegaba como a las tres y media y se iba después de las cinco. Antes que llegará a trabajar la secretaria, que dicho sea de paso estaba bastante fuerte también. 

Recuerda Raimundo que así transcurrieron las dos primeras semanas, casi todos los días el Doctor lo llamaba por teléfono y le daba indicaciones, siempre referida a favores que había que hacerles a los vividores de la familia de la noviecita. 

Llovía Maná no del cielo, sino del almacén y del sótano del Doctor pensaba Raimundo, los parientes de la novia y hasta él eran bendecidos por la impronta del generoso patrón. 

Cuando cometí la impertinencia de manifestarle al Doctor del abuso de los parientes me dijo "también lo haría por vos hermano del alma" aunque a él nunca le había dado una mano, pero así son las cosas, para tener suerte había que ser sinvergüenza. 

Le había caído muy bien al cuidador cuando en una de las comunicaciones el Doctor le dijo "Hermano del alma, cualquier cosa que necesites me avisas, yo no soy de dejar a los amigos en la vía". Como había cambiado el Doctor si no hace mucho tiempo, cuando le pidió un mueble viejo que estaba tirado en el fondo se lo había negado, diciéndole que se lo llevaría a la finca. 

De pronto Raimundo recordó lo sucedido unas horas antes, cuando de madrugada, sobresaltado por los ruidos se despertó y vio por la ventana al Doctor con su familia regresando de viaje y pensó "Definitivamente el viejo está loco, a la tarde me llamó por teléfono y no me dijo que vendría hoy". 

Bienvenidos ¿cómo les resultó el viaje? fue el saludo de Raimundo a la familia. 

Doctor: Bien González, ayudemos a bajar el equipaje, no se q uede ahí parado. El tomo del patrón no era afectivo como en las comunicaciones telefónicas.

Como finge el viejo zorro pensó Raimundo, mientras colaboraba con la descarga. En el momento que quedaron solos con un servilismo manifiesto le dijo al patrón "Doc. ¿Quedó conforme su novia con las cosas que le mandé y como le atendí a su cuñadito? 

Doctor: Qué carajo me está diciendo González? ¿Esta en pedo?, mi único cuñado está en Córdoba desde que ocurrió el quilombo con su mujer y desde entonces no lo veo. Explíqueme que me quiere decir González. 

Raimundo: Del fatito suyo, de lo que me contó por teléfono, de las ordenes que me dio para que le entregara a su cuñado, perdón al hermanito de su novia, las cosas que compre en el almacén del gringo. Vamos Doctor no siga fingiendo si su señora no está y en mí puede confiar como la ha hecho en estas semanas, usted sabe que yo soy una tumba y esto queda entre nosotros.. 

Desconcertado el medico sentó al servicial cuidador y le dijo: "Contame todo desde el principio González, he viajado toda la noche, estoy cansado y no estoy para boludeces". 

Continuaba el oficial a cargo haciendo preguntas, mientras el sumariante tipeaba en la vieja Olivetti. La señora del médico con un ataque de nervios recibía los insultos del médico que enojado le decía que él no tenía nada que ver y la empleada del servicio domestico decía en tono bajo "Como un tipo puede ser tan, pero tan pelotudo". 

Raimundo daba un detalle de lo entregado a los supuestos parientes del medico, o lo que fueran, que carajo ya lo tenían cansado, y él tampoco entendía muy bien que había pasado, Fue cuando sonó el teléfono y el oficial a cargo ordenó que fuera Raimundo a atender. 

Raimundo: Hola ¿quién habla? del otro lado de la línea escucho que le decían "Raimundito, hermano del alma dame con el doctor" Raimundo, más desorientado que antes dijo "Es el Doctor y quiere hablar con usted". 

El dueño de casa escucho que le decían: "Hola tordo querido, espero que hayas disfrutado tus vacaciones. Por nosotros no te hagas problemas, la pasamos bárbaro, gracias por todo hermano del alma. 

Preparando la colita 

El relato insumió mucho tiempo y se hacía tarde, Doña Pepa recordó que tenía que preparar la colita para el puchero de mañana y dejó para una próxima charla algunas cositas que se escucharon en La Paz cuando hablaba la Presidenta por videoconferencia.


Etiquetas: ciurca, aranda, doña pepa, vialidad



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